Retrato de Agustina de Aragón |
Agustina Raimunda María Zaragoza y Domènech era una
barcelonesa nacida en 1786 que se convirtió, sin intención ninguna (a diferencia
de La Monja Alférez), en soldado. Siendo además uno de los símbolos de la
resistencia frente al invasor francés durante la Guerra de la Independencia.
Agustina se casó con un soldado cuyas obligaciones militares
llevaron a ambos a la ciudad de Zaragoza.
En 1808 la ciudad maña se encontraba bajo un fuerte asedio. El
2 de julio los invasores concentraron sus fuerzas en la entrada de El Portillo
donde, finalmente, eliminaron toda resistencia española y se disponían a
atravesarla. Pero la casualidad quiso que Agustina estuviese cerca, no estaba
luchando, no era soldado, tan solo llevaba la comida para su marido que sí
combatía. Y al percatarse de la situación, debió echar una mirada a su
alrededor, intentando dar con una solución, algo que pudiera echar el freno o,
al menos, retrasar la entrada de los galos a la ciudad. Finalmente tomó una
mecha que aguantaba un artillero casi muerto e hizo disparar un cañón contra
los asaltantes, una acción que permitió ganar tiempo a los defensores y
reforzar la entrada.
Representación de la acción de La Artillera en El Portillo. |
Desde ese momento Agustina de Aragón se convirtió en “La
Artillera”. Además fue admitida en el cuerpo de artilleros, donde alcanzaría
con el tiempo el rango de Subteniente.
La Artillera siguió participando en la defensa de la ciudad
hasta que la acabaron tomando los franceses en 1809 y fue hecha prisionera, aunque fue liberada más tarde. También combatió en otros puntos de
la geografía española como Teruel, Vitoria y Tortosa (Tarragona) donde fue capturada
una vez más, aunque logró escapar.
En 1814 el rey Fernando VII, conocedor de la "leyenda de La Artillera", quiso conocerla en persona y, tras saber de su mala situación económica le otorgó una pensión de cien reales al mes.
Estuvo casada hasta en tres ocasiones, según fue enviudando,
puesto que todos sus maridos eran militares. Murió en Ceuta en 1857, después de
una vida entregada a la patria.